Antón Semiónovich Makárenko (13 de marzo 1988- 1 de abril 1939 en Moscú)
No acepta que la educación deba fundamentarse sobre las necesidades del niño. Las necesidades en que debe ponerse más énfasis no son las de los niños, sino las de la colectividad, las de la sociedad y las del país.
“El hombre se mueve según las leyes de la sociedad humana y no solo según las de la naturaleza” en consecuencia el papel de la educación consiste en educar esta naturaleza en función de esa sociedad.
Si el niño se habitúa a realizar sus deseos sin ponerles nunca freno, nunca tendrá fuerza de voluntad.
Los objetivos que Makarenko asigna a la educación son: su confianza en la sociedad Soviética y su fé en las posibilidades de la educación,
El objeto que asigna la educación, plantea su trabajo como una gran responsabilidad social, en la que no cabe equivocarse., en la que hay que lograr el éxito y la precisión que una fábrica construye su producción.
Objetivo de Makarenko, se propone convertir a los niños bajo su cargo en constructores activos y conscientes del comunismo ,hacer de cada individuo un miembro activo de época y de su sociedad.
La importancia de la estructura, de la organización en cualquier tipo de educación es básica. Esa organización tiene en Makarenko un nombre: el colectivo; el colectivo no es sólo el principal método que Makarenko utiliza sino que constituye la esencia misma de su sistema educativo. Makarenko veía la necesidad de educar al hombre en el seno del colectivo por 2 razones fundamentales: en primer lugar porque, según él solamente en la experiencia colectiva puede desarrollarse una necesidad moralmente válida y, en segundo lugar, porque sólo a través del colectivo podía formarse el hombre comunista. Entendiendo por colectivismo la solidaridad del hombre con la sociedad.
La causa de muchos problemas hay que buscarla precisamente en la falta de organización o en la organización inadecuada del colectivo, en la negligencia, la incapacidad para calcular, preparar, preveer, organizar.
El colectivo educacional de Makarenko funcionaba considerando el papel fundamental que en él ejercía el director de ese colectivo (que era él mismo). Si la educación se realiza a través del colectivo, la función primordial del educador consistirá en orientar y dirigir la colectividad.
Condición indispensable para el funcionamiento de cada unidad y de la colectividad entera era el sentimiento de unidad, de cohesión.
Exigencia extraordinariamente importante también del funcionamiento del colectivo es la renuncia de cada uno de sus miembros a los intereses personales en aras de los intereses de la colectividad.
No se concibe una educación soviética correcta que no sea una educación para el trabajo. El trabajo ha sido siempre fundamental en el hombre para asegurar su bienestar y su cultura.
Makarenko, recomienda a los padres que acostumbren a sus hijos desde pequeños a realizar tareas que no les interesen y que les resulten poco agradables, con objeto de que se habitúen a buscar en el trabajo no el entretenimiento, sino su utilidad y necesidad social: “Esta educación será eficaz cuando se llegue al punto que el niño ejecute tareas desagradables pacientemente, sin quejas. En tal caso, paralelamente con su crecimiento adquirirá una sensibilidad tal que el trabajo menos grato llegará a proporcionarle placer si comprende su utilidad social”.
La necesidad del trabajo y su utilidad, son argumentos de Makarenko para que los colonos no trabajasen por trabajar, sino teniendo siempre a la vista el sentido y significado del trabajo que realizaban; a través de la formación político-social que en la comuna se impartía, los colonos comprendían ese sentido y significado, y su trabajo dejaba de ser un proceso neutro o un esfuerzo puramente muscular para convertirse en una actividad cargada de valor. Es a través de esta formación como se logra que el trabajo no sea una actividad alienante para el individuo y se convierte en un proceso creador en tanto que generador de riqueza social.
Un trabajo que no vaya acompañado de una formación, de una instrucción política y social, carece de todo valor educativo y no pasa de ser un proceso neutro. Se puede hacer trabajar a un hombre todo lo que quiera, pero si al mismo tiempo no se le educa moral y políticamente, si no toma parte en la vida política y social, entonces su trabajo no es más que un proceso neutro, desprovisto de cualquier resultado positivo.
La disciplina y el régimen son dos cosas distintas, La primera es el resultado de la educación, el segundo es un medio para realizarla.
Es la organización de la colectividad educativa, su régimen. Esto se debe cumplir desde la más temprana edad, y cuanto más severos sean los padres en exigir su cumplimiento, tantas menos infracciones habrá y, en consecuencia, se evitará la necesidad de recurrir a los castigos.
El sentido mismo de la autoridad consiste justamente en que no exige demostraciones, en que se acepta como una dignidad indudable del mayor, cuyo valor y gravitación se imponen espontáneamente al espíritu del niño.
El castigo debe utilizarse sólo cuando es necesario y debe de ser aplicado con sumo tacto y cuidado.
El ciudadano soviético disciplinado puede ser formado sólo por un conjunto de influencias constructivas, entre las que deben ocupar lugar preferente una educación política amplia, la instrucción general, el libro, el periódico, el trabajo, la actuación social.
La disciplina de la educación debe estar al servicio de la misma causa que el colectivo, que el trabajo, que la instrucción.
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