miércoles, 11 de agosto de 2010

H. Wallon: Dialéctica y educación


(París, 1879 - 1963) Psicólogo y pedagogo francés. Wallon consagró sus investigaciones a la psicología del niño, cuyo desarrollo está influido, a su parecer, por la maduración biológica y por el medio social; desarrollo que no es continuo, sino que está sembrado de crisis que provocan una continua reorganización. Describió el desarrollo mental del niño como una sucesión de estadios, deteniéndose en el análisis de los aspectos cognitivos, biológicos, afectivos y sociales.-


I. Un punto de vista dialéctico sobre el desarrollo infantil


La dialéctica, concibe las cosas y sus reflejos conceptuales esencialmente en su conexión, en su encadenamiento, su movimiento, su origen y su perecer, La naturaleza procede dialéctica y no metafísicamente. Solo por vía dialéctica puede conseguirse una exacta exposición del cosmos, de su evolución y de la evolución de la humanidad.


Entre el organismo y el medio existe una unidad. Son dos entidades que deben de ser estudiadas separadas y posteriormente ensambladas. No hay dependencia mecánica de la una respecto a la otra. Se manifiestan simultaneamente, en todos los niveles de la evolución, por acciones recíprocas del sujeto y el medio.


De etapa en etapa, la psicogénesis del niño muestra a través de la complejidad de los factores y las funciones, a través de la diversidad y de la oposición de las crisis, una especie de unidad solidaria, tanto en el interior de cada una como entre todas ellas.


II. Materialismo histórico y pedagogía: de la actitud oposicional al análisis dialéctico


Los socialistas utópicos basan su filosofía más en la critica al régimen precedente que en el análisis de las condiciones que hacían inviable su régimen posible hasta ese momento: pero como para cada autor el efecto esencial era distinto, los remedios eran dispares, aunque todos dados como prototipo de la sociedad perfecta.


Según Wallon, el carácter individualista de la nueva educación puede ser medido, en cada sistema, por el valor y la estructura dadas a ese ser colectivo que es, indudablemente, la escuela.


Exige una aproximación concreta a la educación en todas sus dimensiones, un acercamiento al niño en todas sus características de ser vivo, tanto en su entera personalidad como en sus condiciones de existencia, a la vez de orden social y orgánico.


Lo que Wallon intente no es, en efecto, enfrentar unos aspectos a otros, sino integración; su planteamiento no es oposicional, sino dialéctico. Comtempla la educación como la resultante de conjuntos sociales, ambientales y psicológicos y presta particular atención a la interacción de esos conjuntos entre sí.


III. Un punto de vista dialéctico sobre la educación


La maduración funcional, escribe Wallon, no alcanza un resultado efectivo si la función no encuentra el objeto que le de ocasión de ejercitarse y de desarrollarse al máximo. Es el medio que debe proporcionar el objeto.


El niño forma parte de un todo del que la escuela no puede desinteresarse, sólo tiene en cuenta sus deberes hacia el conocimiento y no se ocupa, de la actividad práctica, ni del porvenir profesional de los niños. Ignora la propia vida del individuo, donde la psicología tiene insertas sus profundas raíces y a menudo choca con estas condiciones biológicas que desconoce.


Las etapas de la escolaridad y finalmente la mejor orientación de cada uno hacia los trabajos más favorables para su completo desarrollo intelectual, moral y social.


IV. La reforma de la enseñanza; sus implicaciones


El plan Langevin-Wallon descansa sobre cuatro principios generales:

Justicia: Entendida en el sentido de igualdad de oportunidades para todos los niños, cualquiera que sean sus orígenes, familiares, sociales; tienen igual derecho al desarrollo máximo que su personalidad implica, no deben encontrar otra limitación que la de sus aptitudes.

Dignidad igual, para todas las tareas sociales, luchando por evitar el prejuicio de la jerarquía entre profesionales y trabajadores; para ello se sitúa a idéntico nivel el trabajo y el pensamiento, la inteligencia práctica y la reflexiva, y se concibe como complementario lo que usualmente se tiene por antagónico.

Desarrollo completo, de niños y adolescentes; basándose en el conocimiento de la psicología evolutiva, en el estudio de cada individualidad, la personalidad infantil total debe ser siempre respetada, al objeto de despertar y desarrollar plenamente en cada uno de sus aptitudes.

Problema de la orientación, tanto escolar como profesional; la finalidad de estos dos tipos de orientaciones es poner a cada trabajador, a cada ciudadano en el puesto mejor adaptado a sus posibilidades, en el más favorable de su rendimiento,

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